
En el trabajo exigí una silla regulable que permita mantener los brazos apoyados sobre la mesa de trabajo formando, con los antebrazos, un ángulo recto. La espalda debe estar siempre bien apoyada en el respaldo de la silla.
¡Atención! Conviene no permanecer en la misma postura más de 30 minutos. Pasado ese lapso hay que ponerse de pie y estirar las articulaciones. Cuando te pares, no apoyes todo el cuerpo sobre el escritorio. La fuerza debe provenir de tus piernas y, lógicamente, la espalda debe mantenerse muy bien erguida.
A la hora de dormir, los colchones blandos no son recomendables porque la columna se hunde y, por ese motivo, no descansa. Es mejor dormir en una cama dura y, en lo posible, que la cabeza y los pies estén a la misma altura
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