El rictus es una zona especialmente sensible a la aparición de arrugas, que merece un masaje especifico, el cual se inicia situando los dedos mayor de cada mano a cada lado de la barbilla.
Desde allí se inicia un ascenso hasta las comisuras de la boca trazando pequeños círculos.
El masaje se completa hasta llegar a las aletas de la nariz.
Repetir el gesto dos o tres veces!
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