La rosácea es un desorden crónico que afecta comúnmente las mejillas, la nariz el montón y la frente, caracterizándose por un repentino y recurrente enrojecimiento de dicha zona de la cara. Típicamente empieza a aparecer después de los 30 años de edad y, con el tiempo, el enrojecimiento puede empeorar y volverse persistente, a la vez que pueden surgir venitas visibles en la zona. Sin un tratamiento adecuado, después aparecen granitos, con o sin pus y los ojos se irritan y se ven húmedos o rojos. En casos severos , la nariz se hincha y se agranda debido al exceso de tejido.
El consumo de alcohol el estrés, las temperaturas extremas, el viento, el ejercicio pesado, los baños calientes, las comidas condimentadas, la humedad, la excesiva calefacción y las bebidas calientes, son factores típicamente agravantes de esta enfermedad. Si bien la rosácea puede afectar a cualquiera, las personas de piel blanca son las de mayor riesgo. Es más frecuente en mujeres, pero los síntomas más severos tienden a afectar a los hombres quizás porque no consultan al médico hasta que la enfermedad llega a instancias avanzadas.
Lamentablemente no hay cura para la rosácea, y su causa es desconocida, pero existen tratamientos médicos para controlar o revertir sus síntomas, y es importante consultar a un dermatólogo antes de que los síntomas sean notorios.
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