- Cuando se rompen: tomar ambos trozos y acercarlos al calor, por ejemplo, de una vela. Eso hará que se ablanden para que se los pueda unir. Luego, llevar a la heladera para que las dos mitades se fundan y adquieran una consistencia sólida, nuevamente.
- Durante épocas calurosas: Guardar en la heladera para que no se derritan. Además, la textura que adquieren hace que su aplicación sea mucho más fácil.
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