Los cutis también se estesan y fatigan perdiendo su equilibrio natural. La fatiga cutánea desorganiza el metabolismo celular de la piel. En este estado el cutis se sensibiliza hasta el punto de producir reacciones y alteraciones a los más mínimos cambios de contacto o temperatura.
¿Para quien?
Los cutis sensibles, frágiles, resecos, maduros y reactivos son los que mejor se benefician con este tipo de mascarillas. Sobre todo en épocas de frío o calor intensos, cuando muestran rojeces y descamaciones.
Una sugerencia
Recurra a la tradición popular para relajar sus facciones. Corte en finas láminas un pepino y extiéndaselo por el rostro. Es ideal para descongestionar los cutis con tendencia a las rosáceas y rojeces.
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