Climas Secos o Templados
Nuestro "reservorio" natural de agua disminuye, ya que el cuerpo necesita aumentar su consumo. Por esta razón, hay que ingerir aquellos alimentos que sean ricos en agua, para rehidratar en forma permanente el cuerpo,.
Comer: Frutas, verduras crudas, productos lácteos, cereales, huevo, papa (patata), y batata (boniato).
Reducir: Alimentos que requieran largo tiempo de cocción.
Climas Cálidos
Como la presencia del sol es mayor, también será la cantidad de agua que necesite el cuerpo para funcionar en forma eficiente.
Comer: Frutas y vegetales frescos en forma de ensalada, cereales y legumbres. Beber mucha agua.
Reducir: Alimentos densos, excesiva cantidad de aceite. Los productos lácteos deben consumirse en moderación.
Climas Húmedos:
El organismo cuenta con un reservorio "natural" de agua. En el caso de este tipo de clima, es preciso consumir alimentos que admiten, en su elaboración, la presciencia de fuego, y tratar de reducir el exceso de agua.
Comer: Frutas y verduras cocidas, cereales integrales, platos elaborados ( como guisos).
Reducir: Frutas y vegetales crudos. Bebidas
Climas Fríos
Cuando las condiciones climáticas obedecen a las bajas temperaturas, el cuerpo necesita a aquellos alimentos que "mantengan" el calor.
Comer: Cereales integrales que necesiten tiempo de cocción mayor que la normal (arroz integral, garbanzos, porotos aduki), vegetales cocidos derivados lácteos. además, para cocinar es necesario aumenta la cantidad de aceite que emplea.
Reducir: Frutas y vegetales crudos.
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