- Sumergirlos durante 20 minutos en agua tibia con una o dos cuchadas de alibour o lavandina. Estos productos actúan como desinflamantes y antisépticos.
- Sin secar los pies, pulir las zonas donde haya durezas con una piedra de material volcánico (puede ser piedra china).
- Volver a sumergirlos en el líquido
- Secarlos suavemente y masajearlos con una crema humectante
- Cubrir los callos con un protector especial o con una cinta antialérgica de papel.
viernes, 29 de marzo de 2013
Cinco pasos para descansar y embellecer tus pies
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