Con la planchita: Con el pelo recién lavado, desenrolle los
rizos con un peine procurando no tirar para no dañar el cabello. Luego proceda
a separarlo mechón por mechón pasando la plancha alisadora dos veces. Para
facilitar el proceso aplique un poco de espuma en el pelo antes de usar la
plancha. Conviene controlar que la temperatura no esté demasiado alta. Esta es
una de las técnicas más cómodas y fáciles que hay.
Haciendo un brushing: Otra de las técnicas que existen es el
“brushing”, es decir secar el pelo con cepillo y secador. Una vez separado el
cabello en mechones y aplicada la espuma alisadora, se enrosca cada una de las
partes en el cepillo de afuera hacia adentro. A continuación se desenrolla o estira el mechón mientras se
proyecta el secador en la zona a tratar a una temperatura moderada. Esta acción se repite hasta completar con
todo el conjunto.
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